HISTORIA DE LAS CUERDAS DE LA GUITARRA ESPAÑOLA
Las tres primeras cuerdas se hacían de tripa de carnero, y los bordones de metal entorchado sobre un hilo de seda.
La tripa estuvo en vigor durante muchos siglos, hasta ya entrado el siglo XX, cuando se introdujo el nailon (nylon en inglés).
La mayor novedad tecnológica en los materiales de las cuerdas para guitarra ha sido por lo tanto la introducción del nailon en las tres primeras cuerdas, porque en los bordones se sigue utilizando un hilo de metal entrorchado sobre un alma de seda o material sintético.
Las primeras cuerdas de nylon fueron fabricadas por Augustine, allá por el año 1948. Al
parecer, el guitarrero neoyorquino Albert Augustine tenía problemas de abastecimiento de tripa debido a la guerra, y tuvo que echar mano del nylon como alternativa, algo que con el tiempo ha resultado ser un gran acierto ( aunque la tripa sigue siendo la mejor opción para los instrumentos antiguos de cuerda pulsada, como laúdes y vihuelas, debido a que produce un sonido de gran belleza).
Fue el guitarrista Andrés Segovia el primer virtuoso de reconocimiento internacional en usar las cuerdas de nylon Augustine. De esta manera se difundió el uso de este material y quedó atrás la escuela de toque con yema (sin uña) vigente durante muchos siglos, y cuyo último gran maestro fue Emilio Pujol.
El nylon fue la única opción para las tres primeras cuerdas de la guitarra hasta que hace un par de décadas se introdujeron tímidamente otros materiales, como el carbono.
Hoy en día la variedad es aún mayor, y podemos elegir entre varios tipos de monofilamento.
MATERIALES UTILIZADOS EN LA FABRICACIÓN DE CUERDAS DE GUITARRA CLÁSICA
Hay una gran diferencia entre los materiales empleados en las tres primeras cuerdas, y los de las tres cuerdas más graves o bordones.
Las tres primeras cuerdas se fabrican de monofilamento, un solo hilo de material sintético, por lo tanto, cuando en las próximas líneas escribo “nylon”, “carbono” o “titanio”, me estoy refiriendo exclusivamente a las cuerdas 1ª, 2ª y 3ª.
En cambio, los bordones son multifilamento, es decir, constan de más de un hilo; el alma o núcleo interior suele ser de un material flexible y resistente a la tracción y la torsión, como el nailon o la seda; mientras el entorchado exterior es de hilo de metal bañado en otro metal y a veces recubierto de algún material antioxidante.
CUERDAS DE NYLON
Es el material tradicionalmente utilizado para las cuerdas de guitarra clásica, y por lo tanto el más utilizado hoy en día.
Tiene sus ventajas.
Entre ellas, el precio. Encontramos cuerdas de nailon desde precios muy económicos, y está más que comprobado su buen resultado.
También hay mayor variedad de cuerdas de nailon donde elegir, y esto es otra ventaja. El nailon es un material muy estable, sin embargo, cuando usamos las cuerdas durante un buen tiempo y las sometemos a esfuerzos bastante fuertes, es normal que sufra deformaciones y desgastes.
Entonces nos damos cuenta de que ya no afinan ni por un milagro, y que no tenemos otra alternativa que cambiarlas. El nailon deja de afinar antes que otros materiales, pero esto no es un hándicap, porque realmente son los bordones las cuerdas que antes pierden sus propiedades sonoras.
En cuanto al sonido, el nailon produce un timbre más dulce, meloso y menor volumen. A la hora de interpretar es más maleable, permite mayor expresividad con los vibratos, portamentos, etc. Su tacto es extremadamente suave, y es este un factor muy importante para muchos guitarristas. Tiene un timbre más «clásico». Eso sí, en cuanto a la afinación, no es tan preciso como el carbono, pero hablo de un nivel inapreciable y que se acentúa solo con el paso del tiempo.
CUERDAS DE NYLON NEGRO
Durante mucho tiempo han sido las preferidas por muchos guitarristas flamencos. Aportan un timbre más cálido y melodioso que el nailon transparente, pero en general sus propiedades son las mismas.
CUERDAS DE CARBONO
Las cuerdas de carbono están fabricadas realmente de un compuesto químico llamado fluorocarbono.
En un origen el fluorocarbono se empleaba sobre todo en sedales de pesca de alta gama, y posteriormente fue introducido en el campo de las cuerdas para instrumentos musicales.
Estéticamente, las cuerdas de carbono son en apariencia iguales a las de nailon, solo se diferencian en su calibre discretamente más delgado.
Su tacto es más rígido, y hay una diferencia respecto al nailon, que en el caso de guitarristas expertos puede traducirse en un periodo de adaptación, ya que no se “hunden” al tacto tanto como el nylon, son más duras, menos flexibles.
También se nota la diferencia en la durabilidad, pues son mucho más duraderas, aguantan mejor el paso del tiempo sometidas a los esfuerzos que las sometemos al tocar.
También se nota diferencia en la estabilidad de la afinación y en el sonido.
Las cuerdas de carbono son más estables en cuanto a afinación que las de nailon, afinan mejor, y tienen un sonido más brillante y metálico, además de aportar un mayor volumen al instrumento.
Si lo que quieres es un sonido cálido, el carbono no es tu opción.
Otra característica del carbono es que la afinación de las cuerdas nuevas tarda mucho más tiempo en asentarse que en otros monofilamentos como el nylon o el composite.
Eso sí, cuando se asientan, son muy precisas en la afinación.
CUERDAS DE TITANIO
¡No te asustes! No voy a proponerte montar cuerdas de metal en tu preciosa guitarra española.
El nombre de “titanio” se refiere realmente a un monofilamento de un tipo de poliamida muy parecida al nylon, pero con una fórmula modificada que le aporta unas características tímbricas especiales, produciendo un sonido cristalino y brillante, con mayor proyección que el nylon.
Debido a su sonido brillante, es un material ideal para las terceras cuerdas, que como sabemos, suelen sonar muy apagadas en el caso del nylon.
Su tacto es muy parecido a este material, por lo que si eres un guitarrista experto acostumbrado al nylon, no tendrás muchos problemas en adaptarte al titanio.
Cuando se ponen nuevas, su afinación se estabiliza rápidamente.
En cuanto al color, son prácticamente transparentes, aunque tienen un discreto matiz púrpura.
CUERDAS DE COMPOSITE
El composite, al igual que el titanio, es un monofilamento, y también produce un sonido cristalino y brillante, pero no tanto como el carbono o el titanio, digamos que podemos situarlo en un término medio entre el nylon y el carbono.
Fue usado primeramente por la marca Savarez en 1990.
La principal diferencia que se ha venido notando desde su implantación está en la tercera cuerda, que dado el mayor diámetro concentra notablemente las propiedades de este material. Una tercera cuerda de composite produce un sonido mucho más brillante que una tercera de nylon, tan diferente, que algunos no se pueden adaptar.
Una guitarra con la primera y la segunda cuerdas de nylon y la tercera de composite tendrá un balance tímbrico mucho más equilibrado entre los bordones (sonido brillante) y las cuerdas agudas (sonido más apagado).
Por esta razón, la marca D’Addario produce un juego de cuerdas con la 1ª y la 2ª de nylon, la 3ª de composite y los tres bordones con alma de composite (que los hace más duraderos).
Esta serie tiene la letra “C” al final de su código, por ejemplo, las EJ45C. A algunos guitarristas no les convence el sonido del composite por encontrarlo demasiado «oscuro» comparado con el carbono .
Esto puede relacionarse con el material de tapa de la guitarra (el cedro produce un timbre más meloso) y con la preferencia por el sonido moderno y brillante del carbono.
En cuanto al asentamiento de la afinación, es el más rápido de todos los materiales.
El tacto del composite es similar al del nylon, pero en las cuerdas de mayor tamaño se nota un mayor «chirrido» cuando están muy nuevas, que espantar a más de alguno, pero que se va pasando conforme se van usando.
En cuanto a su aspecto, tienen un característico color beige.